La depuración


DEPURACIÓN DE LAS AGUAS RESIDUALES


Cada vez que hacemos uso del cuarto de baño “condenamos” una media de 10-20 litros de agua, en la mayoría de los casos potable, a convertirse en agua residual negra que podría llegar a constituir un problema medioambiental serio, no solo por el hecho de verter estas aguas contaminadas a los cauces de los ríos o subsuelo, sino también por el poco aprovechamiento de ese agua para otros usos, ocasionándose una pérdida de energía y económica. Las aguas residuales, por tanto, son las que han sido utilizadas en las viviendas, en la industria, en la agricultura y en los servicios, pudiéndose incluir también las que proceden de lluvia y discurren por las calles y espacios libres, por los tejados, patios y azoteas de los edificios.

Tomada conciencia del problema, desde hace unas décadas las aguas residuales producidas en la vida diaria se transportan y son tratadas adecuadamente. Se necesita una infraestructura compuesta de alcantarillas y colectores, y de unas instalaciones denominadas Estaciones de Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR) que, en un conjunto, posibiliten la devolución del agua al medio ambiente en condiciones compatibles con él

Cuando un vertido de agua residual sin tratar llega a un cauce o se filtra al acuifero, produce varios efectos sobre él:

  • Tapiza la vegetación de las riberas con residuos sólidos gruesos que lleva el agua residual, tales como plásticos, utensilios, restos de alimentos, etc.
  • Contaminación de las aguas subterráneas y los acuíferos, produciendo un deterioro difícil de recuperar.
  • Acumulación de sólidos en suspensión sedimentables en fondo y orillas del cauce, tales como arenas y materia orgánica.
  • Consumo del oxígeno disuelto que tiene el cauce por descomposición de la materia orgánica y compuestos amoniacales del agua residual.
  • Formación de malos olores por agotamiento del oxígeno disuelto del cauce que no es capaz de recuperarse.

 

 

 

 

 

  • Entrada en el cauce de grandes cantidades de microorganismos entre los que pueden haber elevado número de patógenos.
  • Contaminación por compuestos químicos tóxicos o inhibidores de otros seres vivos.
  • Posible aumento de la eutrofización al portar grandes cantidades de fósforo y nitrógeno.

La depuración de las aguas residuales persigue una serie de objetivos:

  • Reducir al máximo la contaminación.
  • Proteger el medio ambiente.
  • Mantener la calidad de vida de los individuos.
  • Ahorrar energía.
  • Aprovechar los residuos obtenidos.
  • Aprovechamiento del agua obtenida después del tratamiento

Edar Benissa-Senija en Pda. Santa Ana (Benissa)

 

ESTACIÓN DEPURADORA DE AGUAS RESIDUALES BENISSA-SENIJA (EDAR)

El casco urbano y el polígono industrial "La Pedrera" del municipio de Benissa y el casco urbano del municipio Senija vierten las aguas residuales a la E.D.A.R. Mancomunada Benisa-Senija, instalación perteneciente a la Entitat de Sanejament d'Aigües (EPSAR) de la Comunitat Valenciana.

 

Los Ayuntamiento de Benissa y Senija se constituyeron en mancomunidad con el fin de solicitar la autorización de vertidos que establece la normativa, la Confederación  Hidrográfica del Júcar, otorgó a la E.D.A.R. Mancomunada de Benissa-Senija, autorización de vertido de aguas residuales, mediante resolución comunicada con fecha 9/03/07 y clave 1999VS0028.

La explotación de las instalaciones es adjudicada periódicamente por la EPSAR;  tiene un caudal proyectado de 2.500 m3/d, con una potencia instalada de 249 Kw y unas coordenadas UTM de:

X:765711

Y:4288670

Z:125

Fue en 2006 cuando inició el funcionamiento presentando un caudal de 1.114 m3/d, una población servida de 6.875 he y unos rendimientos de:

SS: 98%

DBO5: 98%

DBQ: 97%

En cuanto al tratamiento aplicado, en la línea del agua, la instalación realiza un tratamiento primario de desbaste con una reja de gruesos, un tamizado, un desarenador y un desengrasador, aplicándole un tratamiento secundario consistente en una aireación prolongada en un reactor biológico con una reducción del DBO5, además de una decantación. Finalmente, se realiza una desinfección mediante cloración.

Por lo que respecta a la línea de fangos, se utiliza un espesador de gravedad, realizándose posteriormente una deshidratación con filtro.                                          

 

 

 

 

 

 

 

Plano de los colectores que vierten las aguas residuales a la EDAR.