Historia


Los pobladores de Benissa, durante años, y a falta de recursos de agua permanentes para abastecerse, construían en sus viviendas y casas de labor cisternas donde recogían el agua de lluvia para servirse de la misma durante todo el año. El agua de las cisternas servía, principalmente, para la bebida y para una precaria higiene personal. Para la colada, se construyeron una serie de lavaderos públicos, ubicados en las inmediaciones de fuentes naturales, Pou d´Avall, Santa Ana, Nussols, Orxelles. 

A mediados de la década de los 60 del siglo pasado, a las autoridades y vecinos emprendedores, se les presento una ocasión que no quisieron desaprovechar, participar como accionistas en un pozo de regantes situado en Benidoleig, a más de 20 kilómetros de Benissa. Con ayudas institucionales y la emisión de contribuciones especiales a cargo de los habitantes de Benissa, se realizaron las obras de traída de aguas desde el pozo Cami Sanet (Benidoleig), la red de distribución del casco urbano y los ramales a la zona turística.

El año 1966, el Ayuntamiento de Benissa constituye el Servicio Municipal de Aguas Potables, siendo la gestión mediante monopolio y gestión directa y rigiéndose por un Reglamento.

La inauguración del Servicio data de julio de 1969, desde esa fecha, el agua ha sido uno de los   elementos fundamentales que han transformado el término municipal. El esfuerzo de los habitantes de Benissa y el ímpetu de sus dirigentes, hizo posible las instalaciones que en la fecha actual son la base  del Servicio Municipal de Aguas Potables. 

Viendo en poco tiempo, que el “boom” turístico, iba a provocar que el caudal del pozo Cami Sanet no cubriría las necesidades futuras, se adquirieron en el término municipal de Benigembla, tres parcelas donde existían unos pozos. Efectivamente el año 1975, se produjo una crisis en el abastecimiento, por lo que en el año 1976, se construye una red de traída de aguas desde la población de Benigembla,   entrando en funcionamiento los pozos san Antonio y Manuel Torres. En el año 1996, entró en funcionamiento el Pozo Corralet.

Benissa se abastece de los pozos san Antonio, pozo Manuel Torres y pozo Corralet situados en el término municipal de Benigembla en la cuenca del río Jalón-Gorgos, del pozo Camí Sanet situado en el término municipal de Benidoleig en la cuenca del río Girona y del pozo Canor en el término municipal de Benissa.

Benissa en la actualidad cuenta con más de 11.000 habitantes, cifra que en los meses de verano llega a incrementarse hasta en un 50%, debido a la afluencia turística.                  

Diariamente se consumen en Benissa alrededor de 3.500m3 durante ocho meses al año, alcanzándose los 7.000 m3 en la temporada estival.

Estas elevadas cifras, obligan al Servicio Municipal de Aguas a la utilización de tecnología avanzada en el control de la gestión del agua, la cual permite un máximo aprovechamiento de los recursos hídricos disponibles.

NOMBRES PROPIOS

Salvador Ivars Ortola (1918-1998). Alcalde de Benissa desde 1963 a 1973. Durante el periodo de su alcaldía se realizaron las actuaciones que son la base del Servicio Municipal de Aguas Potables. En el año 1964, a raiz de la información que ofrece Vicente Far Gimenez "Vicente el practicant" por aquel entonces de servicio en Benissa, se realiza la compra de 500 acciones del pozo Cami Sanet. En mayo del año 1966 se aprueba la constitución del Servicio Municipal de Aguas Potables. En noviembre del año 1966, tras las negociaciones ante el Ministerio de Obras Publicas, apelando incluso a relaciones familiares, se adjudica la obra del abastecimiento de aguas potables a Benissa. En el mes de febrero de 1967 se aprueba el presupuesto extraordinario para las obras de abastecimiento de aguas potables, por un total de 27.538.612 de pesetas. El Ministerio aportaba la cantidad suplementaria de 12.339.324 de pesetas, calculándose que por contribuciones especiales se recaudarían 22.670.033 de pesetas. El mes de marzo de 1968 se adjudican las obras de conducción de aguas a la zona Costera. Varios vecinos de Benissa constituye un aval bancario a favor del Ayuntamiento de Benissa, para afianzar el pago del 65 % de la obra de conducción de aguas a “la Fustera”. El mes de mayo de 1969 se inaugura el abastecimiento de aguas potables a Benissa. En septiembre de 1972, y con la mediación de Manolo Torres, se aprueba el contrato de apertura de cuatro pozos para alumbramiento de agua potable en el término municipal de Benigembla, de los cuales dos fueron de interés para su aprovechamiento, el sondeo Benigembla 3 (actual pozo san Antonio) y Benigembla 1 (actual pozo Manuel Torres), En junio de 1973, se adjudican las obras de construcción del depósito de 5.000 m3. (actual depósito Ibiza) y la red transversal de 300 mm. de la partida La Costa, la cual fue aprovechada en las construcciones posteriores de las redes de desdoblamiento Collao-Benissa y desdoblamiento Benissa-Benimarco.

 

 

Manuel Torres Llopis ( 1922-1991). Natural de la población de Benigembla. Si de alguien en especial ha de estarse agradecido es de Manolo, como era conocido, era un enamorado de la naturaleza, de los bienes que la conforman y, en especial, del bien ambiental “agua”; el agua, decía, es lo que da vida a las cosas; en el fondo, decía, todo es agua, bien en estado sólido, en estado líquido o en estado gaseoso. El amor por el agua, sobre todo por el agua que no afloraba, la subterránea, le llevó a dedicar toda su vida a la búsqueda de la misma allí donde ésta estuviera. Poseía un don especial para descubrirla, incluso en lo más recóndito y profundo de las entrañas de la tierra, en donde ésta circula y discurre cual venas y arterias que impregnan y vitalizan la tierra. De forma autodidacta estudió la naturaleza y los distintos elementos que la conforman para descubrir qué tipo de materiales, esto es, rocas, arenas, etc. que posibilitan, generan y albergan el agua.

Manolo resultó esencial, pues con su intermediación, el Ayuntamiento de Benissa adquirió los pozos ubicados en Benigembla, pozos que él mismo había descubierto. Y aunque vital y optimista, sentía una preocupación especial, al igual que su esposa Josefa, por las alteraciones que se producen en la naturaleza, las cuales, en no pocas ocasiones comportan episodios de sequía.

Su celo por los pozos que él mismo había descubierto eran tan significativo, que permaneció como encargado del bombeo y la vigilancia de los pozos que el Ayuntamiento de Benissa posee en el término municipal de Benigembla, desde 1976 hasta que falleció.

Acerca del Servicio


              

 Aforo pozo Camí Sanet de Benidoleig, año 1966    Depósito regulador Benimarco, año 1984

AYER Y HOY 

Depósito Europa, capacidad 10.000 m3, año 2003   

      

 

 

 

 

 

                                                                

 

  Conducción 500 mm de Benigembla a Benissa, año 2008

Carta Europea Del Agua

 

LA CARTA EUROPEA DEL AGUA

 El Consejo de Europa adoptó en octubre de 1967 la CARTA EUROPEA DEL AGUA, solemnemente proclamda en Estrasburgo el 6 de mayo de 1968. Fue una declaración de principios para una correcta gestión del agua, concretada en 12 artículos:

  • 1.  No hay vida sin agua. El agua es un tesoro indispensable para toda actividad humana.

  • 2.  El agua no es inagotable. Es necesario conservarla, controlarla y, si es posible, aumentar su cantidad.

  • 3.  Contaminar el agua es atentar contra la vida humana y la de todos los seres vivos que dependen de este bien.

  • 4.  La calidad del agua debe mantenerse en condiciones suficientes para cualquier uso; sobre todo, debe satisfacer las exigencias de la salud pública.

  • 5.  Cuando el agua residual vuelve al cauce, debe estar de tal forma que no impida usos posteriores.

  • 6.  Mantener la cubierta vegetal, sobre todo los bosques, es necesario para conservar los recursos del agua.

  • 7.  Los recursos del agua deben ser inventariados.

  • 8.  La correcta utilización del agua debe ser planificada por las autoridades competentes.

  • 9.  La conservación del agua debe potenciarse intensificando la investigación científica, formando especialistas y mediante una información pública adecuada.

  • 10.  El agua es un bien común, cuyo valor debe ser conocido por todos. Cada persona tiene   el deber de ahorrarla y usarla con cuidado.

  • 11.  La administración del agua debe fundamentarse en las cuencas naturales más que en las fronteras políticas y administrativas.

  • 12.  El agua no tiene fronteras. Es un bien común que requiere la cooperación internacional.