Los molinos


LOS MOLINOS DEL COLLAO DE BENISSA

En la partida del Collao y a una altitud de 300 metros sobre el nivel del mar, aprovechando el viento y la brisa del mar, a mediados del siglo XIX ( 1850, según consta grabado en la piedra) se construyeron cuatro molinos de viento, de los que en la actualidad quedan tres, más o menos conservados.

Los molinos surgieron como herramienta fundamental para moler el trigo, producto que a mediados del siglo XIX comenzaba a industrializarse y a adquirir importancia junto la uva pasa. A finales del siglo pierden su función, debido a la aparición de otros sistemas de energía y la reducción en la producción de trigo en la comarca.

Los molinos del Collao tienen planta circular y torre ligeramente troncocónica. Esta formado por un grueso muro de sillería de un metro, aunque disminuye ligeramente con la altura. Su altura es de 7,30 metros y el diámetro es de 7,00 metros. Tenían una puerta de acceso a la planta baja, un piso intermedio que descansaba sobre vigas de madera y un piso superior que descansa sobre una bóveda de mampostería. El acceso a los pisos se hacia mediante una escalera adosada al muro y situada a la derecha de la puerta.

La planta baja se usaba como almacén, recogiéndose la harina molida que descendía del piso superior a través de un conducto. La planta intermedia servia de habitación del molinero y almacén de herramientas. En el piso superior se encontraba el mecanismo en el que se usaba la madera, el hierro y dotados de una muela de piedra. En dicha planta habían hasta cuatro ventanas dirigidas hacia los cuatro vientos. El molino estaba rematado por una cubierta troncocónica de armazón de madera y cubierto de fibras vegetales o panchas de madera.

En el año 1968, se construye el Collao un depósito de agua para albergar la proveniente del pozo Camí Sanet de Benidoleig, del que el Ayuntamiento de Benissa había adquirido acciones para suministro de agua a la población. Con posterioridad, en las décadas de los 70 y de los 90, se construyeron dos depósitos más. Durante estas obras los molinos se usaron como almacén de cemento, habiendo sido remozados en parte.

A partir de 1969, el Collao adquiere por tanto otro uso, de la molienda del trigo se pasa a suministrar agua potable a la población de Benissa, consiguiendo la suficiente presión al ganar altura.

El espacio ocupado por los depósitos de agua potable, se encuentra vallado, cumpliendo la normativa sanitaria, dentro del vallado han quedado dos molinos, el tercero se encuentra en el exterior y es de propiedad privada.

La visita a los mismos es posible concertando cita en el Servicio Municipal de Aguas Potables y se realizan los sábados por la mañana.