El agua en el mundo

 

 

El agua que tomamos ahora es la misma que se ha estado usando durante millones de años. Se ha conservado casi sin cambio tanto en cantidad como en tipo desde que se formó la Tierra. El agua se mantiene en tres estados: como líquido, gas (vapor) o sólido (hielo),  se recicla constantemente, es decir, se limpia y se renueva trabajando en equipo con el sol, la tierra y el aire, para mantener el equilibrio en la Naturaleza .                                    

Ha ocurrido un proceso de transformación, y lo que en un principio estaba en forma de vapor, poco a poco, a través de los siglos, se ha convertido en agua, primero menos salina y posteriormente más salina por arrastrar y disolver minerales en el proceso de lluvia creado al enfriarse la tierra. 

En un balance general, resulta que de los 1.400 millones de Km3 de agua en el mundo, sólo son 33 millones de Km3 de agua dulce. De esta cantidad habría que descontar el 87,3% que está en forma de hielo en los casquetes polares y glaciares, y el 12,3% que constituye el agua subterránea casi inutilizable, con lo cual nos quedaría un 0,4% de agua utilizable, siendo esta masa del orden de los 140.000 Km3.

A esta última cantidad, que corresponde al agua superficial y atmosférica habría que contar con la característica dinámica ya que está continuamente en movimiento cumpliendo un ciclo incesante, conocido con el nombre de ciclo hidrológico, que es el que hace posible la vida en este planeta.

Llegamos a la conclusión de que si restamos el agua salada y el agua helada por su carácter de inaprovechable para el consumo, nos quedamos con una cantidad muy pequeña en relación con el total. Las posibilidades de pasar sed en este planeta son grandes.

El agua es importante para los organismos vivos, la mayoría de las reacciones bioquímicas solo se pueden producir en soluciones de agua. Esto significa que el agua  puede transportar substancias disueltas entre diferentes partes de nuestro cuerpo, como por ejemplo en la sangre, cuyo suero tiene una base de agua. El 65 % del del peso del cuerpo humano consiste en agua con un contenido salino de un 0.9 %.

Aparte de las necesidades internas del cuerpo, el agua es esencial para las personas de muchas otras formas. Se usa para la limpieza y baño, para cocinar y beber, en los sistemas de calefacción central y para eliminar nuestros desechos.

 

El consumo humano de agua a aumentado enormemente en los cien últimos años. Las Naciones Unidas recomiendan 75 litros cada 24 horas por persona como limite mínimo para un nivel de agua aceptable, aunque en los países industriales se emplean de 300 a 500 litros por persona. La mayor parte no es consumo domestico, sino industrial y suntuario.